Luis Jiménez /La Cábala hermética: una tradición viva de conocimiento.

  • 100 €

La Cábala hermética: una tradición viva de conocimiento.

Misticismo, filosofía, psicología, meditación y ritual

*Curso Presencial en Málaga

“Allí donde tú te encuentras, se encuentran todos los mundos”

(Moshe Cordovero).

¿Qué es la Cábala?

Una vía universal de autoconocimiento. Pretende llevar a cada ser humano a establecer su conexión personal con el Fundamento Divino y por ende a alcanzar su pleno desarrollo en todos los planos de la realidad.

La Cábala es psicología, filosofía, meditación, misticismo y magia. Está, además, en la base de los sistemas religiosos y esotéricos de Occidente.

Es necesario decir que lo espiritual no se define por oposición a lo material, sino por su afinidad con lo Divino. Más allá de falsos dualismos, los términos clave que maneja la Cábala son totalidad, integración, equilibrio, conciencia y autorrealización.

Lo que en otros tiempos se expresaba en términos de realidades metafísicas hoy en día se formula en el lenguaje de la psicología y de los estados de conciencia. Y el camino pasa indefectible y necesariamente por el conocimiento de uno mismo, primero a un nivel psicológico personal, después a un nivel trascendente transpersonal.

Esa es la llave maestra que abre las puertas del Árbol de la Vida. Pero en Cábala el conocimiento es acción, es decir, realización de esa nuestra verdadera naturaleza en la vida práctica.

Las tres técnicas básicas de la cabalá, tanto judía como hermética, en consonancia con las tres columnas del Árbol, son el estudio, la meditación y la acción.

Contenidos

 

·         En este taller haremos una breve incursión sobre las diversas escuelas cabalísticas para ver en qué se asemejan y en qué se diferencian la cábala hermética y la cábala judía clásica y moderna. Y nos internaremos en las tres técnicas básicas de la cabalá.

·         Estudio: profundo del Árbol en todas sus manifestaciones: Lo que significa cada sefirá y sus correspondencias fundamentales al nivel del crecimiento personal, del proceso de individuación (arquetipos junguianos), del desarrollo ético del individuo, de los distintos mundos cabalísticos en los que podemos operar, de sus jerarquías plasmadas en los Nombres de Dios, arcángeles y ángeles de las esferas, de sus correspondencias planetarias, etc.

·         Meditación: Nos centraremos en la integración del Árbol en el aura y en la psique, en el trabajo de los senderos y en la meditación Yo Soy tiferética.

·         Acción: La magia ritual es una educación de la voluntad. Se trata de rendir la voluntad inferior a la voluntad superior – la voluntad espiritual – para que ésta pueda manifestarse y actualizarse; para que la voluntad inferior llegue a ser un canal de la luz de la sabiduría, de la compasión y del poder de nuestra naturaleza superior. En ese sentido es también una técnica sagrada. Trataremos los elementos básicos del ritual cabalístico y haremos un ejemplo práctico al respecto.

¿A quién va dirigido?

A todo público interesado en dimensión trascendente del ser humano y especialmente en la cabalá hermética.

No es necesario tener ningún conocimiento previo, aunque la apertura mental, criterio propio y discernimiento claro es un pre-requisito para todo estudiante de misticismo o espiritualidad

Información:

Dónde: Este curso se realiza de forma presencial en Málaga. En la sede de la Escuela Andalusí

Dirección: Calle Sánchez Pastor n1, 1ºizq. 29015 Málaga

Fecha: 22 y 23 de julio de 2024

Horario: de 16 a 20h (4hs)

Inversión: 100€

¿Dónde estamos?

Estamos situados en Calle Sánchez Pastor, nº 1, 1º izq.

Ver en un mapa

Cómo se ve desde la cabalá hermética el crecimiento personal

Un texto de Eduardo Madirolas

La fórmula evolutiva de la cabalá hermética se basa en el Árbol de la Vida. Se trata de un modelo de ascenso en capacidades y en conciencia que sigue el orden inverso de las sefirot, es decir, de Maljut a Kéter.

            Hay que tener en cuenta que la cabalá hermética tiene un modelo teórico del Árbol que es más bien un mapa de conciencia y energía en los diversos planos y mundos, pero fundamentalmente es un conocimiento práctico, organizándose como una escuela de desarrollo personal.

            El plan de enseñanza se adapta, como hemos dicho, a las sefirot del Árbol de la Vida, con un programa específico para cada una de ellas. De una forma breve describiremos alguno de sus elementos, recordando que en cada caso se trata de desarrollar cualidades personales. No se debe pasar al nivel siguiente sin un grado suficiente de manejo de las energías del nivel anterior. El grado de compromiso es elevado y, al decir compromiso nos referimos al compromiso con uno mismo, con el propio desarrollo personal, con la propia integridad.

            En Maljut empezamos a estudiar el lenguaje cabalístico y trabajamos sobre un anclaje suficiente en el plano físico, de modo que la persona tenga encauzados los problemas del modo de vida material. El cuerpo ocupa un lugar predominante. Se empieza además con los ejercicios básicos de desarrollo de las capacidades de concentración y visualización necesarias, así como de otras cuestiones.

            En Yesod se continúa estudiando cabalá con una incidencia en particular sobre las correspondencias de sefirot y senderos. Se realiza un programa completo de meditación sobre los senderos, los subelementos y los arcanos mayores del Tarot. Se estudian diversas escuelas psicológicas, particularmente la psicología junguiana, tan adaptable al Árbol de la Vida. Se trabaja con sueños. se estudian diversos sistemas de adivinación. Y el individuo se compromete durante todo este periodo con un servicio gratuito de su elección para empezar a estar por encima de su ego.

            En Hod, la esfera del intelecto, hay, como era de esperar, mucho estudio. Letras hebreas y procedimientos semánticos, textos cabalísticos: Zohar, Sefer Yetsirá y otros clásicos de la cábala, y, en fin, todo lo que ha venido a llamarse Maasé Bereshit, la obra de la creación. Es el momento de estudiar cosmología esotérica. También la astrología ocupa un lugar importante. Del individuo se pide que escriba o enseñe.

            En Nétsaj se espera que la persona haga el cambio de pilar y empiece, según los casos, a desplegar plenamente su mundo emocional. Trabaja sobre sí mismo y sus propios arquetipos. Es el momento de asumir el proceso de individuación (que empezó desde el principio). Debe reasumir sus propias proyecciones, sobre todo en el plano de las relaciones. Es de alguna manera un proceso de autoterapia. Lo que en Hod era teoría aquí empieza a ser práctica con las energías, sobre todo con los elementos, pero también con los fundamentos del ritual cabalístico. La idea es que con las palancas de Hod y Nétsaj la persona sea capaz de dar el paso de Yesod a Tiféret con la emergencia del arquetipo Self.

            En Tiféret el trabajo esencial es precisamente ese, el cambio de marcha, la transferencia del centro de la conciencia del ego al self, lo que ha venido a llamarse segundo nacimiento. Es el conócete a ti mismo y sé tú mismo. Tras la iluminación del despertar viene el trabajo de consolidación. Será necesario reformar algunos aspectos del propio fundamento yesódico para que reflejen la verdad del propio ser. También haremos una recapitulación de todo el conocimiento cabalístico y de la propia práctica a la luz del nuevo estatus personal. Nos abrimos al despliegue de las energías del self mediante Guevurá y Jésed y trabajamos la conexión directa con las esferas superiores a través del Dáat (neshamá).

             Guevurá es esencial para la consolidación, con su disciplina, su esfuerzo, su voluntad activa y pasiva. En Guevurá el individuo debe alcanzar maestría como cabalista, como practicante, en general en el manejo de la energía, y eso debe reflejarse en la acción. En el plano personal es el momento de confrontar los demonios personales, redimir, por así decir, los propios arquetipos. No hay evasiones. En algún momento deberá realizar un retiro completo de oscuridad y ser capaz de traspasar el fino velo que nos separa del más allá. Las consideraciones éticas pasan al primer plano: una ética del corazón.

            El trabajo continúa en Jésed que, de hecho, va a la par con Guevurá. Si Guevurá es una esfera de poder, Jésed lo es de amor. La primera obligación de la persona desde Tiféret es realizarse en la vida en armonía y relación positiva con los demás, y para eso necesita poner en juego ambas esferas del poder y del amor. Jésed es la sefirá de la autoridad espiritual, una autoridad que es servicio y devoción a la Gran Obra, y no es posible permanecer en Jésed sin desplegar ese liderazgo espiritual. En esta esfera trabajamos la conexión con los Planos Internos y las energías que aprendemos a manejar trascienden la esfera de lo personal adentrándose en los arquetipos del inconsciente colectivo. Debe también trabajarse en la liberación de todo karma.

            Nada es tan lineal como se describe. A lo largo de la tríada Jésed-Guevurá-Tiféret, se trabaja en las técnicas de meditación profunda y en la conexión directa con las Sefirot Supremas. Es la merkavá, es el cuerpo de luz y la transmutación alquímica, es el ascenso y descenso. Prácticamente desde Tiféret, y ciertamente en Guevurá y Jésed, el individuo se abre a su neshamá – su alma espiritual – y sigue los dictados de su guía interna. Trata de establecer la conexión con la raíz de su alma en la Sabiduría suprema y seguir el camino a la devekut, la unión con Dios.

            Este es de una manera muy general el camino de la cabalá desde el punto de vista del hermetismo, un camino de poder, amor y sabiduría en aras del tikún personal y del tikún olam, la Gran Obra, la realización del Plan Divino.